Llegado el invierno, nuestro huerto puede necesitar algunos cuidados extra frente a las bajas temperaturas. En este post os hablamos de las mallas térmicas y cuáles son sus funciones.

La malla térmica o malla antiheladas es un sistema innovador de protección de cultivos frente a las heladas y bajas temperaturas, ya que mejora las condiciones microclimáticas de los cultivos, protegiendo contra las heladas, las fuertes lluvias o el viento.  Las mantas térmicas se emplean tanto en jardines y huertos domésticos como a nivel profesional en agricultura. Se pueden emplear con todas las plantas que refieran una protección ambiental durante el invierno, como los siguientes:

  • árboles frutales como cerezos, almendros
  • arbustos ornamentales
  • setos
  • hortalizas y verduras: tomates, pepinos, puerros, rábanos, zanahorias, espinacas, coliflores, repollos,…
  • fresas
  • flores de jardín
  • plantas aromáticas y culinarias

Dado que se puede reutilizar a lo largo de los años, la inversión inicial queda sobradamente compensada, ya que dispondremos de malla para muchas temporadas. En el caso de que esté instalada de continuo su duración es de unos 4 años; no obstante, se recomienda quitarla durante el periodo libre de heladas y almacenarla para reutilizarla durante las siguientes temporadas.

PRINCIPALES VENTAJAS Y FUNCIONES

  • Reducción del riesgo de heladas: La función principal de estas mallas es proteger los cultivos contra las heladas al crear una barrera que minimiza el contacto directo con el aire frío.
  • Optimiza el ciclo del cultivo, ya que mejora el microclima.
  • Protección contra el viento: Además de las heladas, estas mallas también pueden proporcionar cierta protección contra el viento, lo que evita la pérdida rápida de calor de las plantas. Por otra parte es muy suave, los días ventosos se mueve poco pero protege las plantas del frío, lo cual es particularmente útil en hortalizas de hoja ancha.
  • Reducción de daños por insectos y aves: Algunas mallas también sirven como barrera física contra insectos y aves, protegiendo los cultivos de posibles daños.
  • Evita la condensación, reduciendo así las condiciones que favorecen la propagación de hongos.
  • Incremento en la calidad y rendimiento de los cultivos: Al proporcionar un ambiente más estable y protegido, las mallas antiheladas pueden contribuir a un mejor desarrollo de los cultivos y, en última instancia, a un mayor rendimiento y calidad de los productos cosechados.
  • Muy resistente ya que está fabricada en polietileno traslúcido térmicamente eficiente y muy resistente.
  • Permite el paso del agua de riego y lluvia , reduciendo a la vez el impacto de la lluvia intensa sobre las plantas.
  • Ofrece protección frente a los pájaros y grandes insectos como lepidópteros (col) y dípteros (mosca de la col).
  • Es reciclable como material plástico.

¿Cuándo tendríamos que retirar la manta térmica? Se retiran con buen tiempo, en días sin viento, en los que no haga demasiado calor y ya no existe riesgo de heladas tardías que puedan arruinarnos los cultivos. Una vez retirada la manta conviene que realices un riego a las plantas, ya que van a quedar directamente expuestas al sol y al viento tras una larga temporada de protección, de este modo evitaremos que se deshidraten. Conviene que las guardes secas y limpias de tierra, hojas,… en un almacén o lugar protegido para evitar su deterioro. Y cuando las deseches son reciclables, por lo que no generarás residuos con ellas.