Si hay que destacar el cambio de un huerto en especial, el de este centro ha sido radical.

Cuando lo visitamos en octubre, apenas tenían una vaya blanca y unas alcachofas.  El huerto siempre ha sido una actividad extraescolar que gestionaba el AMPA y que cuidaba con esmero, pero que no lograba sacar adelante por la falta de agua en los momentos clave.

Este año se ha trabajado con el AMPA y con los niños y niñas de infantil ayudados por su profesora Pilar. El huerto ha dado un gran cambio y los niños y niñas han conseguido tener un gran respeto por las plantas y aprender a tener responsabilidades desde pequeños con los cultivos.

La mejora del suelo con tierra rica en materia orgánica, la instalación del riego y la decoración del huerto han hecho que se convierta en un espacio con encanto que los alumnos y alumnas quieran cuidar.