En nuestras huertas lo que más vemos son hojas verdes, pero también podemos encontrar multitud de formas y colores: el rojo del tomate, los fractales del romanesco, el naranja de la calabaza, la esfera blanca de la col, las vainas de guisantes y judías, las capas de la cebolla o el morado de la lombarda.

La lombarda es un tipo de col que además de su vistoso color, ¡¡tiene la capacidad de teñir!!!

El agua que queda de su cocción es de color más o menos morado, en algunos lugares es más violeta y en otros es más azul, que cosa más rara, ¿verdad? Que sea más de una tonalidad u otra depende del pH o la acidez del suelo donde creció la lombarda y del agua con la que la cocinamos. Esto, aunque pueda parecer una simple curiosidad es una información muy útil, tanto, que nos sirve para hacer un experimento casero porque lo podemos utilizar como indicador de pH y saber cómo es nuestro suelo. En otras palabras, cambiará de color según esté en un medio más ácido o más básico.

Te invitamos a experimentar con nosotros… ¡Ojo, siempre con ayuda de un adulto!

Pasos a seguir:

  1. Cocemos las hojas de la lombarda. Al empezar a hervir podemos retirar del fuego, colar y dejar enfriar.
  2. Guardamos la lombarda para hacer una receta riquísima y nos quedamos con el agua teñido.
  3. Tomamos una muestra de suelo de nuestro huerto en un vasito, añadimos el agua de lombarda y esperamos a ver el resultado.

Podemos hacerlo con diferentes suelos y el mismo agua de lombarda para ver las diferencias.

También se puede hacer una prueba con 3 vasitos y el mismo agua de lombarda.

Como muestra podemos comprobar que, si añadimos al agua de cocción vinagre, se tornará más rojizo; si el agua de cocción era neutra, el color será más azulado; y si añadimos bicarbonato tendremos un resultado más azulado; y si lo mezclamos con jabón en polvo conseguiremos verde.

Como veis, las plantas nos pueden enseñar muchas cosas, sólo hay que tener paciencia y observar.