Comenzamos un nuevo año y deseamos poder vernos en más ocasiones que el año anterior y trabajar con vosotros/as el huerto escolar.

Queremos tratar un tema que todos los años trae polémica en Navidad y que ahora se convierte en un problema más.

Hemos salido a la calle y los contenedores están a rebosar de papel de regalo (si lo reciclamos en el contenedor de papel mucho mejor) de botellas de vino y champan, de cajas de cartón de los regalos que nos trajeron los reyes magos, pero sobre todo, los contenedores amarillos comienzan a llenarse de arboles de navidad de plástico.

¿Creéis que este es su contenedor?

Vamos a hacer un repaso de los elementos que podemos verter en el contenedor amarillo:

  • Envases de plástico: bolsas de la legumbre y de pasta, bandejas de carne, bolsas de las galletas y los polvorones, el papel de los bombones, los yogures, bolsas de un solo uso, film transparente
  • Bricks: de leche, de zumo, de tomate…
  • Aluminio: tapas de envases, latas de aceitunas, de refrescos, de atún, de conservas, papel de aluminio.

Lo que no podemos echar al contenedor amarillo:

  • Juguetes de plástico (no son envases)
  • Cd´s
  • Cubos de fregar o de recoger la ropa
  • Árboles de Navidad
  • Flejes de las cajas
  • Bolsas reutilizables de rafia

Es por esta razón, por la que hemos decidido hablaros de la posibilidad de comprar un árbol natural, en tiesto, para Navidad,  frente a un árbol artificial , y que cuando finalicen las fiestas, podamos trasplantarlo y siga creciendo. Siempre es mejor que comprar un árbol de plástico, hecho en su mayor parte de resinas que tardan muchos años en degradarse y acaban siendo microplásticos de nuestras tierras y aguas.  Para este año ya no hay remedio, pero de cara a próximas Navidades pensad en lo que compensa.

Resumen de razones por las que decantarse por un árbol u otro:

Los árboles artificiales son más baratos, más duraderos, necesitan pocos cuidados, pero son más contaminantes y nocivos para la salud, debido a estar compuestos de resinas plásticas que proceden del petróleo. Además, son producidos a grandes distancias del lugar de compra, generando por tanto mas impacto contaminante. Muchas veces no están fabricados con materiales sostenibles y para abaratarlos y hacerlos más competitivos suelen contener mercurio y otras sustancias dañinas. Si decides comprar este tipo de árboles, recuerda llevarlo siempre al punto limpio cuando ya no sirva.

Por otro lado, los árboles naturales son 100% biodegradables en caso de morir.  Son beneficiosos para evitar el Calentamiento Global ya que consumen CO2, mientras crece, le tenemos en casa y posteriormente, si se planta en un jardín. Además, al tener un árbol natural en casa, dispones de un ambientador ecológico con aroma a pino, que si le cuidas puedes plantarlo en condiciones para que siga reduciendo el CO2 atmosférico. Si decides de elegir esta opción, NUNCA debes de tirarlo a la basura, ni plantarlo en el bosque, ya que no son autóctonos de la región. Puedes plantarlo en tu jardín o asegurarte de comprar una especie autóctona de la zona para evitar posibles invasiones. Hay ocasiones en las que, una vez terminadas las fechas, los ayuntamientos suelen tener servicios de recogida especiales para su replanteo posterior en parques y jardines.