Seguro que todos tenéis algún conocido o familiar que tiene un huerto esplendoroso que abastece a media familia y medio pueblo, ¿verdad?

Lechugas, calabacines, pimientos, zanahorias y los tan ricos tomates (siempre decimos que más ricos que los del supermercado). Pero… ¿A qué también conocéis a alguien que hace conservas con estos productos?

Bien, primero vamos a conocer que es una conserva:

La RAE define las conservas como preparaciones envasadas herméticamente, conservadas y preparadas de manera adecuada para ser comestibles un tiempo después.

Aunque se han conseguido unos grandes avances industriales en los métodos de conservación de los alimentos, las conservas de toda la vida siguen triunfando entre los productos de la huerta.

Una de las técnicas más tradicionales para conservar los productos frescos es al baño María. Este método consiste en eliminar todos los microorganismos capaces de contaminar nuestros alimentos gracias a temperaturas superiores a los 100ºC. Te contamos ahora los pasos para poder hacerlo, por ejemplo, como nosotros lo hemos hecho con nuestros ricos pimientos:

  • Lavamos bien los pimientos y los colocamos en la bandeja del horno. Si son pimientos morrones, mucho mejor, más carnosos y hermosos. Les pintamos si queremos con un poco de aceite de oliva. A 200 grados durante 30 minutos volteándolos según convenga.
  • Una vez asados y pelados los pimientos, retirando también todas las pepitas de su interior, los cortamos en tiras.
  • Los introducimos en los tarros limpios y cerramos bien.
  • Metemos los tarros en una olla con agua hirviendo para crear el vacío en su interior por lo que se conservan más tiempo los productos (al menos 25 minutos).

 

Otro claro ejemplo de conserva, son las mermeladas de diversos productos del huerto o de los árboles frutales. Te dejamos una rica receta, para hacer mermelada de fresa:

Ingredientes:1 kg de fresas o fresones, 750 g de azúcar blanquilla, 8 ml de zumo de limón

Preparación de mermelada de fresas

Lavamos las fresas y troceamos. Se colocan en un recipiente a

mplio con zumo de limón y azúcar, mezclamos bien y lo dejamos toda la noche.

Al día siguiente, colocar la mezcla en una olla a fuego fuerte. Cuando empiece a hervir, bajamos el fuego suave y lo dejamos cocinar hasta que se reduzca. Importante remover y retir

 

ar la espuma que sale en la superficie.

Pasada 30 minutos de cocción, deposita el contenido en tarros que estén recién limpios y secos. Cerramos los tarros y los dejamos boca abajo un día entero. Al día siguiente tenemos la mermelada lista para comer.