En primavera, con la subida de las temperaturas y el aumento de las horas de luz, aparecen en el huerto una gran variedad de insectos. Algunos de ellos son beneficiosos para nuestras plantas, como las abejas, las mariposas o los sírfidos, que se encargan de polinizarlas.

Otros insectos, sin embargo, son perjudiciales para los cultivos, ya que se alimentan de sus hojas, tallos o frutos. Entre las plagas más comunes en primavera encontramos:

  • Pulgones: son pequeños insectos de color verde, amarillo o negro que se agrupan en las zonas tiernas de las plantas. Se alimentan de la savia, debilitando la planta y provocando la aparición de manchas amarillas en las hojas.
  • Orugas: son las larvas de las mariposas y polillas. Algunas especies, como la oruga procesionaria o la rosquilla verde, pueden causar graves daños a las plantas.
  • Mosca blanca: es un pequeño insecto de color blanco que se coloca en el envés de las hojas. Se alimenta de la savia, debilitando la planta y provocando la aparición de melaza, una sustancia pegajosa que favorece el desarrollo de hongos.
  • Trips: son pequeños insectos de color negro o marrón que se esconden en las flores y los brotes tiernos. Se alimentan de la savia, provocando la deformación de las hojas y flores.
  • Caracoles y babosas: son moluscos que se alimentan de las hojas y frutos de las plantas. Son especialmente activos por la noche y en lugares húmedos.

Para prevenir y controlar las plagas en el huerto, es importante realizar una vigilancia constante de las plantas. También es recomendable utilizar métodos de control naturales, como la insecticida casera o la introducción de enemigos naturales de las plagas.

Para prevenir y controlar las plagas en el huerto, podemos tomar una serie de medidas:

Medidas preventivas:

  • Cultivar plantas resistentes a las plagas: existen variedades de plantas que son menos susceptibles al ataque de determinados insectos.
  • Practicar la rotación de cultivos: no cultivar la misma especie en el mismo lugar durante dos años consecutivos, ya que esto puede favorecer la acumulación de plagas.
  • Mantener el huerto limpio: eliminar las malas hierbas y los restos de plantas enfermas o dañadas, ya que pueden ser un foco de infección.
  • Favorecer la biodiversidad: plantar flores y hierbas aromáticas que atraen a los enemigos naturales de las plagas, como las mariquitas, las libélulas o los sírfidos.

Medidas de control:

  • Recogida manual: eliminar los insectos a mano, especialmente en el caso de las plagas que no son muy numerosas.
  • Tratamientos caseros: utilizar preparados a base de plantas repelentes, como el jabón potásico.
  • Trampas: colocar trampas adhesivas o cebos para capturar a los insectos.
  • Control biológico: utilizar enemigos naturales de las plagas, como las mariquitas, las libélulas o los sírfidos.

Algunos consejos adicionales para controlar las plagas en el huerto:

  • Identificar la plaga correctamente: antes de tomar cualquier medida, es importante identificar la plaga correctamente para poder elegir el método de control más adecuado.
  • Utilizar métodos de control específicos: cada plaga tiene sus propios métodos de control específicos. Es importante utilizar el método más adecuado para cada caso.
  • Ser paciente: el control de las plagas puede llevar tiempo. Es importante ser paciente y constante con las medidas de control.
  • Monitorizar el huerto: es importante monitorizar el huerto regularmente para detectar las plagas a tiempo y poder tomar medidas de control rápidamente.

Siguiendo estos consejos, podemos prevenir y controlar las plagas en el HUERTO ESCOLAR, de forma eficaz y eficiente!!! 🙂