El mes de octubre ya está aquí, con sus calabazas. Justo cuando vemos estos frutos, viene a nuestra cabeza una nueva tradición que está ligada a estas fechas: Halloween.

Pero esta tradición no es tan nueva como creemos… sus orígenes se remontan atrás en el tiempo cuando en la península estaba la cultura celta entre otras. Este pueblo, de cultura politeísta, se encontraba en la actual Inglaterra, Irlanda, Francia, parte de centro Europa y la península Ibérica. Para ellos estas fechas eran motivo de celebración de su ´año nuevo´, conocido como Samhain. Los celtas dividían el año en mitad luminosa y mitad oscura, realizando así cuatro celebraciones para indicar el cambio de estación.

Históricamente la celebración de Samhain se hace en toda Irlanda, Escocia y la isla de Man… y aquí en España se celebra en Galicia (y otras de nominaciones en Asturias y Castilla y León) con el nombre de Samain. Básicamente se celebra el fin del verano y el final de temporada de recogida de las cosechas. Los druidas celtas en su origen daban un significado místico a esta transición del año. Otros pueblos bretones actuales celebran en las mismas fechas con otros nombres, los cuales con el tiempo dieron lugar al ya muy conocido Halloween.

Tanto en las tradiciones milenarias como en las nuevas que conocemos, se celebran actividades de las cuales en parte se comparten varias temáticas, como el tallado de calabazas, queimadas y desfiles de disfraces.