Dicho popular que nos transmite la idea de que, si llueve durante el mes de febrero, esto será beneficioso para nuestros huertos y para la agricultura y, por lo tanto, para la producción de alimentos.
El trigo se siembra en invierno y para conseguir un buen germinado necesitamos las lluvias de febrero, ¡a todos los cultivos de invierno les resulta imprescindibles estas lluvias!
Entendamos porque es importante la lluvia en febrero.
Prestad atención, os damos tres razones:
- Las plantas se despiertan: Después del invierno, las plantas empiezan a despertar y a prepararse para crecer. La lluvia de febrero les da la energía que necesitan para empezar a brotar y crecer fuertes.
- La tierra se prepara: La lluvia también ayuda a que la tierra esté en buenas condiciones para sembrar y plantar. Si la tierra está húmeda, las semillas germinarán más fácilmente y las raíces de las plantas podrán crecer sin problemas.
- Más comida para todos: Si nuestros huertos están sanos y las plantas crecen bien, habrá más cosecha. Esto significa que habrá más alimentos para las personas y para los animales.
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