Con el aire más fresco de octubre y los días que poco a poco se acortan, nuestro huerto sigue vibrando con actividad. Septiembre nos trajo la transición a los cultivos de hoja, y ahora, octubre, es un mes clave para seguir planificando y sembrando, asegurando una cosecha abundante para los meses venideros y, sobre todo, para cuidar la salud de nuestro preciado suelo.

¿Qué podemos sembrar en nuestro huerto escolar en octubre?

Octubre es un mes ideal para la siembra de muchas hortalizas de invierno y principios de primavera que adoran el clima fresco.

Es el momento perfecto para:

  • Ajos: Se plantan ahora para cosechar en primavera o principios de verano. Son fáciles de cultivar y muy gratificantes.
  • Guisantes y habas: Estas leguminosas son excelentes para el huerto de invierno. Además de darnos sus deliciosas vainas, enriquecen el suelo con nitrógeno.
  • Espinacas, acelgas y lechugas de invierno: Podemos seguir sembrando estas hortalizas de hoja en rotación, asegurando una producción continua.
  • Rábanos y zanahorias: Algunas variedades de zanahorias y rábanos de ciclo corto pueden sembrarse en octubre para una cosecha de invierno.
  • Cebollas (variedades de invierno): Algunas variedades se plantan en otoño para desarrollar sus bulbos en primavera.

Ahora que hemos hablado de lo que podemos sembrar en el mes de octubre, es fundamental recordar una práctica que es la base para que nuestro huerto esté sano y sea productivo: el uso del abono verde, especialmente en esas zonas donde ha habido una mayor demanda de nutrientes.

Os recordamos que el abono verde consiste en sembrar ciertas plantas no con el objetivo de cosechar sus frutos u hojas para el consumo, sino para incorporarlas al suelo cuando aún están verdes. Estas plantas se cortan y se dejan descomponer sobre la superficie. Por ejemplo, las leguminosas son las estrellas del abono verde porque tienen la capacidad de fijar nitrógeno atmosférico en el suelo, enriqueciéndolo de forma natural.