Llega junio, y con ello, el calor, y ¡Las vacaciones!

Aunque el curso escolar llega a su fin, el huerto escolar no tiene por qué detenerse. De hecho, el verano puede ser una época ideal para aprovechar al máximo este espacio educativo y seguir cosechando aprendizajes.

Aquí os dejamos algunas ideas para que el huerto escolar siga floreciendo durante las vacaciones:

1. Planificación y organización:

  • Reunión con la comunidad educativa: Es importante organizar una reunión con el equipo docente, las familias y los voluntarios que participan en el huerto para planificar las actividades durante el verano. En esta reunión se pueden definir las responsabilidades, establecer un calendario de tareas y buscar soluciones para el cuidado del huerto durante la ausencia de los alumnos.
  • Establecer un plan de riego: El riego es fundamental durante el verano, por lo que es necesario establecer un plan para garantizar que las plantas reciban la cantidad de agua adecuada. Se pueden utilizar sistemas de riego por goteo, temporizadores o incluso delegar esta tarea a familias voluntarias.
  • Selección de cultivos adecuados: No todas las hortalizas son aptas para el calor del verano. Es importante elegir especies resistentes a las altas temperaturas y que tengan un ciclo de cultivo corto. Algunas opciones populares son los tomates, los pimientos, las berenjenas o las calabazas.
  • Preparación del suelo: Antes de plantar, es importante preparar el suelo para que esté en óptimas condiciones. Esto implica remover la tierra, eliminar las malas hierbas y añadir abono orgánico si es necesario.

2. Actividades educativas:

  • Visitas al huerto: Se pueden organizar visitas periódicas al huerto para observar el crecimiento de las plantas, realizar tareas de mantenimiento y recolectar las cosechas. Estas visitas pueden ser una oportunidad para reforzar los aprendizajes adquiridos durante el curso escolar y para fomentar el contacto con la naturaleza.
  • Talleres y actividades prácticas: Se pueden organizar talleres y actividades prácticas relacionadas con el huerto, como por ejemplo, la elaboración de compost, la construcción de huertos verticales o la creación de recetas con las hortalizas cosechadas.
  • Concursos y juegos: Los concursos y juegos relacionados con el huerto pueden ser una forma divertida de motivar a los niños y niñas a aprender sobre la agricultura y la alimentación saludable.

3. Colaboración con la comunidad:

  • Venta de productos: Si el huerto produce una cantidad excedente de hortalizas, se pueden organizar ventas a la comunidad educativa o al público en general. Los fondos recaudados se pueden utilizar para comprar semillas, herramientas o materiales para el huerto.
  • Donaciones a entidades sociales: Las hortalizas excedentes también se pueden donar a entidades sociales que trabajan con personas necesitadas.
  • Colaboración con otras escuelas: Se puede establecer una colaboración con otras escuelas que también tengan huertos escolares para compartir experiencias, intercambiar semillas o incluso organizar actividades conjuntas.

 

¿Y vuestro cole tiene un plan para el verano? 🙂